"Escuchamos caer una bomba, y otra, y otra, y otra… Aquello parecía no tener fin. Y cuando salí del refugio antiaéreo, encontré ante mí un paisaje aterrador. Todo mi pueblo estaba ardiendo, convertido en una gigantesca bola de fuego".
Luis Iriondo tiene 94 años. Pero aún recuerda como si fuera ayer el trágico bombardeo de la localidad de Guernica, en el País Vasco durante la guerra civil española.
Aunque en el momento Franco negó que el ataque fuese perpetrado por sus aliados alemanes, hoy podemos asegurar que fue obra de la Legión Cóndor, los efectivos militares que Hitler envió en apoyo de Franco. De igual forma existe el consenso de que este bombardeo significó para el ejército alemán un campo de pruebas para el inminente conflicto internacional.
Esta tragedia inspiró una de las obras más conocidas del pintor malagueño Pablo Picasso un óleo gigantesco de 3,49 metros de ancho y 7,77 metros de largo que ha conseguido, no sólo reflejar el horror de este suceso, sino que habla de la sinrazón de todas las guerras.
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