La figura de Stalin debía ser honrada y ensalzada. Su rostro era omnipresente y se le veneraba como el padre de todos los rusos. Esta actitud hacia el líder indiscutible se conoce como el culto a la personalidad y fue reconocible en otros totalitarismo como el de Hitler y Mussolini.
Numerosos son los carteles en los que se le ensalza.
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Actualmente este tipo de culto de la personalidad es visible en Corea del Norte. En el siguiente vídeo se conmemora el nacimiento del padre del líder actual (Kim Jong Un), denominado día de la Estrella Brillante.
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