La Gran guerra sorprendió a todos por su duración y crudeza. Las nuevas máquinas de matar resultaron ser realmente mortíferas. La barbarie de la guerra de trincheras dejó enormes secuelas a quienes sobrevivieron a ellas. Sin embargo, la superación psicológica de los horrores vividos era aún más dura para aquellos muchachos que en plena juventud había sufrido heridas incapacitantes y mutilaciones nunca vistas. La durísima trinchera implicaba un modo de lucha en la que el rostro de los soldados era la parte del cuerpo más vulnerable a la metralla enemiga. Los jóvenes supervivientes volvieron a sus casas con rostros deformes que ahondaba aún más en la dificultad de incorporarse a la vida civil.
Otto Dix: "Jugadores de cartas"
A grandes males, grandes remedios fue lo que pensó la artista plástica Anna Coleman quien fundó la Cruz Roja Americana Estudio para retrato-máscaras para proporcionar productos cosméticos para ser usados por hombres que habían sido desfigurados en la Primera Guerra Mundial. Unos servicios que le valieron sendos honores como la medalla a la Legión de Honor y Caballero de Crois de la Orden de San Sava de Serbia.
José Manuel Ruiz:
ResponderEliminarCurioso tema, lo desconocía. En el vídeo parece muy real la cara/máscara, pero obviamente está en blanco y negro y los detalles no se pueden apreciar fácilmente.
Marta Arenas
ResponderEliminarPor la patria dejaban ... hasta la cara
Pablo G M:
ResponderEliminarSimplemente sorprendente. Es curioso este dato y hay que reconocer que los artífices de dichas máscaras eran verdaderos artistas. Por cierto, la música del vídeo le da un toque espluznante a las imágenes.
Marta un comentario muy agudo, jajaja.
ResponderEliminarEste tema es casi desconocido y por eso sorprende tanto, no creaís que a mí me lo contaron en el instituto o en la universidad, es consecencia de esos descubrimientos que nos brinda internet.
Un video impresionante, espeluznante e impactante,un 10 para el blog.(Carlos Hinojosa)
ResponderEliminarGracias Carlos, animate y haz tu otro.
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